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jueves, 24 de enero de 2013

En la entrada de todo jardín.


“Quien quiera hacer realidad sus sueños, tiene que estar más despierto y tiene que soñar más profundamente que los demás” de Karl Foerster.


Como antiguamente los diarios recogían nuestras aventuras e ilusiones, estas paginas recogerán mis experiencias e inquietudes en lo concerniente a jardinería y horticultura, siendo un espacio para mostrarme y que me podáis conocer profesionalmente y por que no, mostrar de manera abierta mis inquietudes.

Me gustaría hacer una reflexión a la importancia de volver a los métodos tradicionales, de olvidarnos de la química que tan necesaria nos parece en la actualidad. No voy a decir que no tengan efectos que aparentemente parecen positivos bajo un punto de vista antropico, en la economía del horticultor o del jardinero, pero los métodos que parecen positivos por que nos dan un resultado relativamente corto para acabar con una plaga o una enfermedad, o nutrir a los vegetales a través de abonos minerales químicos que hacen que nuestras plantas crezcan velozmente y se han muy productivas, crean una serie de deficiencias y trastornos que inician una cadena de la que nos será difícil salir, y lo más importante es que poco a poco vamos envenenando la tierra que tanto nos da y de la tierra de la que nos alimentamos. No nos olvidemos que todo aquello que hacemos, de una u otra forma vuelve a casa.
Me gustaría hacer una reflexión sobre la importancia de este medio. La tierra no solo es un medio por el que nos podemos desplazar o construir nuestras casas, si cogemos un puñado de tierra entre nuestras manos, estamos conteniendo un mundo lleno de seres vivos que tienen una función vital, cada uno la suya pero en definitiva la de transformar la materia orgánica en alimento para las plantas. Gracias a estos seres vivos es posible la vida, piénsalo por un momento, nos puede dar la sensación de que existimos sin la necesidad de ellos, pero sin otras formas de vida la nuestra no sería posible. Las partes de las plantas que mueren, sufren un proceso de descomposición gracias a la acción de seres vivos que aunque no podemos ver, hacen un trabajo importante para la continuación de la vida, para ellos nosotros no existimos, o como mucho somos algo de lo que alimentarse, no lo piensan simplemente son, pero su vida enriquece la tierra en la que plantas se desarrollan y dan fruto, del cual nosotros y otros animales se alimentan.
El reto será, cambiar nuestras formas de hacer erróneas, para un mañana mejor y más saludable, no solo para nosotros, también para los que quedaran.